
La primera visita debe ser agradable y positiva. En ella nos conoceremos, conversaremos sobre los aspectos importantes de crecimiento y desarrollo craneofacial, higiene oral y dieta adecuada para tu niño; contestaremos cualquier pregunta o inquietud. Diligenciaremos la Historia Clínica, realizaremos el examen clínico, un diagnóstico de la situación clínica de tu hijo y estableceremos un plan de tratamiento periódico preventivo con aplicaciones de barnices fluorados. Comenzando lo más temprano posible, podemos reducir al mínimo los problemas dentales.

Es normal que los niños estén asustados frente a experiencias nuevas o desconocidas; introducirlos a la odontología es un trabajo necesario que se realiza poco a poco, de esta manera tendrán una mejor y más positiva actitud.
Una consulta de adaptación es diferente a la mayoría de las consultas odontológicas, buscamos que tu niño se sienta cómodo y se familiarice con ellas, reduciendo los miedos que pudiste haberle transmitido. Todo lo que hacemos, lo explicamos en términos que él niño pueda comprender.
El tiempo de la cita se reserva específicamente para tu niño. Es muy importante tu puntualidad, así podemos pasar el tiempo programado con tu niño como él lo merece. Si te es imposible cumplir una cita programada, llama por lo menos con 24 horas de anticipación, así podremos cambiar la fecha para un momento conveniente, y asignar esta a otro paciente.
El hecho de que puedas permanecer en la consulta depende varias circunstancias; la decisión la tomamos conjuntamente basándonos en lo que es mejor para tu niño. Si por alguna razón específica pedimos que estés en el área del tratamiento, tu presencia será de gran ayuda si asumes el papel de un observador silencioso. Si más de una persona es la que habla o que dirige, el niño tiende a confundirse. La cooperación y la confianza la debemos establecer directamente con el niño y no a través de ti. El niño debe ser tratado como individuo y la odontología pediátrica exige especialmente mucha concentración.
